lunes, 24 de diciembre de 2012

cerca Estación Mapocho



3 comentarios:

miguel dijo...

A distraer la mirada antes de comenzar con dura semana; pasear la vista, la mente, concentrar y acotar el ojo me hace bién

Leonardo Český dijo...

Qué manera de distraer la mirada! de buscar y recorrer, de acotar y recortar el espacio urbano con un ojo y un mirar que no deja de sorprender y que nos impulsa hacia un infinito... Aquí volvemos a un protocine, pero damos un paso más allá, ya no es sólo la pantalla la que se configura como efecto catalizador de un movimiento discontinuo, sino también son las palabras que generan un nuevo escenario, un nuevo sentido. Palabras intervenidas que sugieren lo no decible o la imposibilidad del decir, o tal vez, la necesidad de la huella, de la tachadura y de la marca que generan la instancia creadora de una distinción. En estas dos fotografías, quizás todo se articula o mejor dicho fluye como imagen: la niña, las palabras, el telón, las sombras e incluso el fotógrafo se hace él imagen abstracta. Una metaimagen que se encarna como contingencia visual que nos conduce hacia ventanas diversas por las que algo puede entrar o salir de ellas. Entonces, la mirada que se nos ofrece aquí es una mirada nómada: la luz, la sombra, los objetos, la niña que se desplaza, el espacio, la pantalla y el contexto se articulan como una superficie de sentido cubierto de líneas de inflexión variable, donde las figuras se definen por su recubrimiento más que por su contorno, pero no es una oposición o una dialéctica entre luz y sombra, por el contrario, es el resultado de un nuevo régimen de luz, uno que se filtra por entremedio de las hendiduras para luego expandirse como un gran tragaluz…

miguel dijo...

mhhm, ... profesor Cesky, ... tenía muy presente este maravilloso comentario-reflexión; ... es ahora que se me da decirlo & agradecerlo: gracias por esta fantástica coautoría y compañía!