lunes, 20 de mayo de 2013

... y el sábado llovió mucho


1 comentario:

Leonardo Český dijo...

Quizás lo que me atrapa de esta foto son los reflejos luminosos del pavimento mojado que envuelven o proporcionan la atmósfera necesaria para la emergencia de una textura, un brillo y un resplandor que hacen de un sábado nocturno y lluvioso un instante estético en que se nos presenta –mediante un ojo atrevido y perspicaz- una modernidad sosegada y apaciguadora. Todos los elementos contenidos en esta imagen me remiten a ese estado de tranquilidad y armonía que escasamente se relaciona a la ciudad, las máquinas, los motores, el cemento y la electricidad. Tal vez ahí radica la potencia de esta imagen, el mostrarnos el reverso no declarado de una modernidad desbocada que, en el imaginario social, asume la imagen de la ciudad como caos, convulsión y hostilidad. Por lo tanto, el mostrarnos fotográficamente un instante-otro, un reverso no siempre percibido ni imaginado hace que perciba, conozca y reconozca, mediante la mediatización fotográfica, esa ciudad difícilmente imaginada.