miércoles, 27 de agosto de 2014

inside & outside


4 comentarios:

miguel dijo...

... me gusta esa sensación de andar distraído y en un momento "encontrarse" con una imágen; atardecer de domingo, después de la lluvia (y especialmente) de la visión de unos Andes nevados; miro hacia la ventana y me sorprendo de ver el interior del closet iluminado; todavía se ve el exterior con la luz residual del día; pero sobre todo se le superpone un interior "no visto"

Anónimo dijo...

...resonancia persistente o eco visual de nuca y antifaz, atmosférica y fragante imagen, trasgrediendo materia y memoria

miguel dijo...

.... mhhh, .... delicioso comentario de ese anónimo sospechado!

Leonardo Český dijo...

Tal vez, en esta imagen no vemos un adentro y un afuera cualquiera… tal vez vemos el reflejo de un reflejo sobreexpuesto que no nos permiten saber muy bien cuál de las dos dimensiones es la que predomina, cuál está más adentro y cual está más afuera. Sin embargo, podemos reconocer en esta imagen un adentro colorido que dibuja un espacio interior de lo privado. Ese adentro que veo es la privacidad máxima, el escondite íntimo, el lugar por excelencia que está vedado al visitante: el closet. Este espacio íntimo metafóricamente funciona como una especie de madriguera existencial. No por nada, cuando el decir popular dice “salir del closet” implica un reconocimiento público de una condición (por lo general sexual) que se encontraba ocultada y maquillada. Quizás, en esta imagen lo que hay es precisamente un “salir del closet” (no en el sentido sexual del término) sino en su condición de búsqueda por expresar un estado privado dentro de lo público, donde el juego inagotable de la locura de la luz va componiendo una interioridad colorida donde el adentro y el afuera son una circulación iterativa, cuyo sujeto y predicado son un sólo y mismo concepto.
Pero también es el afuera lo que ingresa en el adentro, por lo tanto no es sólo un “salir del closet” sino también un entrar en él, y lo que ingresa no es la interioridad privada, sino la exterioridad de lo público que inunda ese aparecer íntimo… De ahí, que a lo mejor, la superposición de los espacios adentro/afuera, público/privado sea una concatenación en donde esta imagen nos presenta la disolvencia de dos instancias que sólo se pueden disolver el ojo crítico de un fotógrafo y sus imágenes.