... me parece que este título no requiere + comentario (por mi parte) ... acaso solo pensar en el contraste entre la existencia y las pulsiones fotográficas
“…dirigiéndose hacia la racionalidad”. Un sugerente título que abre una vía para la interpretación de esta imagen. Las palabras encierran tanto una acción (dirigirse/encauzar/enfocar/encarrilar/enfilar/encaminar, etc.) como un concepto (pensar/ evaluar/ entender/ comprender/descifrar, etc.) y, en conjunto, van fijando o reduciendo la densidad y la polisemia contenida en la foto. Surge, entonces, la racionalidad como un lugar al cual dirigirse, un lugar que se presenta bajo la opacidad de una modernidad vidriosa y numérica, un espacio que se configura, arquitectónicamente, como un territorio (real y simbólico) al que se llega o se intenta llegar y, donde el sujeto, es confeccionado fotográficamente como un ser fantasmal, doble y difuso. Así, en esta composición visual-textual, el sujeto se evapora dentro de la esfera de lo indefinido. De alguna manera, la racionalidad se nos presenta como la utopía posible del entendimiento, como un espacio prefigurado donde emerge lo racional-moderno. Sin embargo, como no sabemos si nuestro borroso sujeto logra llegar al templo de la racionalidad vidriosa o, por el contrario, es absorbido por la irracionalidad de los tejados y los sótanos; surge entonces la posibilidad de la oposición entre racionalidad e irracionalidad y, en esa articulación binaria y variable, la foto logra componer el espacio de la razón como un tiempo de incertidumbre a la que se aspira, se visualiza e incluso se encamina, mas no tendremos nunca la certeza de llegar. En fin, más allá de esta especulación tenue y ligera, en esta fotografía se aprecia una cierta racionalidad (pensamiento) dentro de la sólida geometría del fotógrafo.
Profesor, .... curiosamente me he reído mucho con su comentario; ... no porque me parezca chistoso, ... todo lo contrario; ... creo que ha gatillado algo muy divertido respecto a mi mismo; a partir de su entretenidísima disertación, ... me he podido reír de mi mismo, ... y de esa casi imposible aproximación a la racionalidad. Gracias por estar ahí!!
3 comentarios:
... me parece que este título no requiere + comentario (por mi parte)
... acaso solo pensar en el contraste entre la existencia y las pulsiones fotográficas
“…dirigiéndose hacia la racionalidad”. Un sugerente título que abre una vía para la interpretación de esta imagen. Las palabras encierran tanto una acción (dirigirse/encauzar/enfocar/encarrilar/enfilar/encaminar, etc.) como un concepto (pensar/ evaluar/ entender/ comprender/descifrar, etc.) y, en conjunto, van fijando o reduciendo la densidad y la polisemia contenida en la foto. Surge, entonces, la racionalidad como un lugar al cual dirigirse, un lugar que se presenta bajo la opacidad de una modernidad vidriosa y numérica, un espacio que se configura, arquitectónicamente, como un territorio (real y simbólico) al que se llega o se intenta llegar y, donde el sujeto, es confeccionado fotográficamente como un ser fantasmal, doble y difuso. Así, en esta composición visual-textual, el sujeto se evapora dentro de la esfera de lo indefinido. De alguna manera, la racionalidad se nos presenta como la utopía posible del entendimiento, como un espacio prefigurado donde emerge lo racional-moderno. Sin embargo, como no sabemos si nuestro borroso sujeto logra llegar al templo de la racionalidad vidriosa o, por el contrario, es absorbido por la irracionalidad de los tejados y los sótanos; surge entonces la posibilidad de la oposición entre racionalidad e irracionalidad y, en esa articulación binaria y variable, la foto logra componer el espacio de la razón como un tiempo de incertidumbre a la que se aspira, se visualiza e incluso se encamina, mas no tendremos nunca la certeza de llegar. En fin, más allá de esta especulación tenue y ligera, en esta fotografía se aprecia una cierta racionalidad (pensamiento) dentro de la sólida geometría del fotógrafo.
Profesor, .... curiosamente me he reído mucho con su comentario; ... no porque me parezca chistoso, ... todo lo contrario; ... creo que ha gatillado algo muy divertido respecto a mi mismo; a partir de su entretenidísima disertación, ... me he podido reír de mi mismo, ... y de esa casi imposible aproximación a la racionalidad.
Gracias por estar ahí!!
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