Georges Didi-Huberman propone que uno de los grandes poderes de la imagen se localiza en su capacidad “de producir al mismo tiempo síntoma (una irrupción en el saber) y conocimiento (la interrupción en el caos)”. Creo que en esta foto se produce precisamente esa doble posibilidad, puesto que en esta imagen se articulan relaciones estéticas que están más allá de la simple adscripción a una técnica que reproduce miméticamente el espacio social. Creo que esta foto construye una imagen-mundo, una imagen-cuadro, una imagen-sueño en que la estructura carcomida de un muelle que ya no es, en conjunto con las tonalidades azuladas que le dan una atmósfera fría y trágica, van tejiendo una imagen destinada a dejarse ver como una expresión delicada y tenue, que irrumpen en el caos y lo expande al infinito como una sinfonía que, “a fuerza de revelar, vuelve a ocultar, y, a fuerza de describir, no muestra, sino oculta lo que muestra bajo la multiplicidad de una descripción puramente (impuramente) hablada [fotografíada]” ( Maurice Blanchot).
2 comentarios:
... soy conciente de las facilidades fotográficas que dan ciertas fractalidades / clacisismos; ... pero que le voy a hacer, ... el ojo tiende a ello
Georges Didi-Huberman propone que uno de los grandes poderes de la imagen se localiza en su capacidad “de producir al mismo tiempo síntoma (una irrupción en el saber) y conocimiento (la interrupción en el caos)”. Creo que en esta foto se produce precisamente esa doble posibilidad, puesto que en esta imagen se articulan relaciones estéticas que están más allá de la simple adscripción a una técnica que reproduce miméticamente el espacio social. Creo que esta foto construye una imagen-mundo, una imagen-cuadro, una imagen-sueño en que la estructura carcomida de un muelle que ya no es, en conjunto con las tonalidades azuladas que le dan una atmósfera fría y trágica, van tejiendo una imagen destinada a dejarse ver como una expresión delicada y tenue, que irrumpen en el caos y lo expande al infinito como una sinfonía que, “a fuerza de revelar, vuelve a ocultar, y, a fuerza de describir, no muestra, sino oculta lo que muestra bajo la multiplicidad de una descripción puramente (impuramente) hablada [fotografíada]” ( Maurice Blanchot).
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