lunes, 3 de octubre de 2011

Giorgio de Chirico: "misterios y melancolía de una calle" (1914)

1 comentario:

miguel dijo...

... de niño, en esos tiempos del día en que el "living" de casa estaba vacío de adultos me quedaba mirando (entre otros) libros con imágenes de éste pintor; me producía atracción y (creo recordar), ... inquietud

"Giorgio de Chirico pinta 'Misterios y Melancolía de una calle' en 1914, a los 26 años, cuando Europa se preparaba para la Gran Guerra.

Una fuente del misterio que emana de sus pinturas proviene de la estática del paísaje urbano clásico: grandes edificaciones, torres y plazas pobladas por sólo una pareja, cuyas dimensiones contrastan con la grandeza de la construcción. A veces se interpreta cómo la soledad a que se enfrenta el hombre moderno, una inquietud, una angustia existencial. Giorgio de Chirico fue lector de Nietzche en su juventud. Tal vez eso explique algunos aspectos de sus pinturas. Otros observan el silencio que transmiten sus obras. Un silencio por ausencia de gente. Pero ni Grecia de su juventud ni Italia son países silenciosos.

A diferencia de otras pinturas, en ésta se observa movimiento. La niña corre impulsando el aro con la barra. Esta pintura evita la sensación de tiempo detenido que transmiten otras obras del artista. También aquí vemos al final de la perspectiva de arcos, la banderola flameando al viento. Se ha visto también en esta pintura motivos de inquietud y de amenazas, de miedo - tal vez por extensión desde la obra general - pero aquí la niña juega.

Tal vez encontramos los símbolos - la serie de arcos - ¿representa aquella nostalgia del infinito que dió nombre a la pintura de la torre? Tiempo marcado por el movimiento y espacio parecen estar en juego en esta tela.

Una evocación de la arquitectura clásica, en todo caso premoderna. Que curiosamente hace pensar en sus similitudes con aquella de comienzos de siglo XX y de fines del ochocientos, cuando en los centros industriales y mineros se construía barrios enteros de construcciones que repetían al infinito el mismo patrón - como se observa en de Chirico y también en Edward Hopper"