La luz y su recorte lumínico, las tonalidades extraterrestres y familiares, el andar pausado y en bloque de lo que en apariencia debe haber sido un grandioso día de playa y veraneo, hacen de esta imagen, en mi opinión, un hermoso compendio que, lejos de mostrarnos un paisajismo bucólico, nos conduce a preguntarnos acerca del modo en que el paisaje fotográfico se articula antes que nada como un punto de vista y no sólo como una construcción estética. Como ha observado Beatriz Sarlo, para que germine una mirada estética es preciso primero un punto de vista, una perspectiva que construya el espacio y el paisaje, porque el paisaje antes que una construcción material es distancia social y cultural, para que exista paisaje, en el espacio y en la fotografía, es necesario la emergencia de un tipo de observador más que una naturaleza dotada de ciertas cualidades. De este modo, en esta fotografía se hace patente esa distancia social y cultural: emerge un observador que traduce y dilucida una perspectiva y, con ello, abre la puerta a las posibilidades y sus variaciones interpretativas por donde podemos acceder al espacio fotográfico, ya no como una realidad objetiva en la que vemos solo un paisaje hermosamente compuesto y capturado, sino también acceder a una imagen que nos habla sobre una cierta modalidad de lo visible: “lo que vemos, lo que nos mira”.
3 comentarios:
... asomando unas horitas a Concón, casi a la hora de irme
La luz y su recorte lumínico, las tonalidades extraterrestres y familiares, el andar pausado y en bloque de lo que en apariencia debe haber sido un grandioso día de playa y veraneo, hacen de esta imagen, en mi opinión, un hermoso compendio que, lejos de mostrarnos un paisajismo bucólico, nos conduce a preguntarnos acerca del modo en que el paisaje fotográfico se articula antes que nada como un punto de vista y no sólo como una construcción estética. Como ha observado Beatriz Sarlo, para que germine una mirada estética es preciso primero un punto de vista, una perspectiva que construya el espacio y el paisaje, porque el paisaje antes que una construcción material es distancia social y cultural, para que exista paisaje, en el espacio y en la fotografía, es necesario la emergencia de un tipo de observador más que una naturaleza dotada de ciertas cualidades. De este modo, en esta fotografía se hace patente esa distancia social y cultural: emerge un observador que traduce y dilucida una perspectiva y, con ello, abre la puerta a las posibilidades y sus variaciones interpretativas por donde podemos acceder al espacio fotográfico, ya no como una realidad objetiva en la que vemos solo un paisaje hermosamente compuesto y capturado, sino también acceder a una imagen que nos habla sobre una cierta modalidad de lo visible: “lo que vemos, lo que nos mira”.
... fantástico comentario Profesor; .... no puede imaginar lo que aprendo de fotografía con Ud.; .... mucha gracias!!
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