Sin ser conciente, esta foto resulta complementaria a foto anterior de Bruno en medio de pasillo de luz (hecha minutos antes) . Aquí su sombra tangencial al último ramalazo de luz del atardecer en el cerro Cordillera
Creo que el juego y el contraste entre la muralla de latón oxidado, viejo y derruido con la sombra del niño que juega, que camina o se divierte simplemente, logran componer una oposición entre lo nuevo/lo viejo y, claro está, que desde ahí, desde ese binarismo arcaico estamos a un paso para la especulación: la historia encarnada en los objetos oxidados, la historia por venir de los sujetos que germinan…Pero al mismo tiempo (y especulativamente hablando), esta imagen me sumerge sobre la humanidad como proyecto fantasmagórico, donde las fibras nerviosas que conforman lo humano y lo divino devienen en sombras proyectadas sobre un telón oxidado; en el que el paso del tiempo, el irremediable paso del tiempo va articulando sobre las subjetividades una especie de multiplicidad, en las que cada uno de nosotros somos varios y en total somos muchos interactuando en un mundo devenido en caos. Quizás demasiada especulación, sorry…
3 comentarios:
Sin ser conciente, esta foto resulta complementaria a foto anterior de Bruno en medio de pasillo de luz (hecha minutos antes) . Aquí su sombra tangencial al último ramalazo de luz del atardecer en el cerro Cordillera
Creo que el juego y el contraste entre la muralla de latón oxidado, viejo y derruido con la sombra del niño que juega, que camina o se divierte simplemente, logran componer una oposición entre lo nuevo/lo viejo y, claro está, que desde ahí, desde ese binarismo arcaico estamos a un paso para la especulación: la historia encarnada en los objetos oxidados, la historia por venir de los sujetos que germinan…Pero al mismo tiempo (y especulativamente hablando), esta imagen me sumerge sobre la humanidad como proyecto fantasmagórico, donde las fibras nerviosas que conforman lo humano y lo divino devienen en sombras proyectadas sobre un telón oxidado; en el que el paso del tiempo, el irremediable paso del tiempo va articulando sobre las subjetividades una especie de multiplicidad, en las que cada uno de nosotros somos varios y en total somos muchos interactuando en un mundo devenido en caos. Quizás demasiada especulación, sorry…
"sombras , estar, no estar... "
Publicar un comentario