domingo, 25 de noviembre de 2012

Ventana acotada


5 comentarios:

miguel dijo...

Me gustan estos ojales en las mallas que rodean algunas construcciones. A propósito de esta toma, se me ocurre sobre las infinitas posibilidades que tiene el ojo humano y la fotografía de seleccionar lo que quiere ver. Unos centímetros de desvío hacia cualquier dirección, un ángulo más o menos amplio, un foco aquí o allá. Con una situación dada, la libertad es casi la de un pintor con la tela vacía

Leonardo Český dijo...

Más allá de la estética contenida en esta foto, hay ciertas imágenes que poseen un poder intelectivo, es decir, pareciera ser que nos quisieran decir algo, hacernos saber una cosa o señalarnos un trasfondo que no se encuentra implícitamente contenida en la foto. A mi modo de ver, lo que hay aquí es un pequeño manifiesto icónico-ideológico: el mundo se nos presenta como un espacio perceptible y vivible a través de múltiples velos (construcciones podríamos decir aprovechando la imagen), que nos hacen percibir, entender y participar del mundo. La fuerza de esta fotografía radica, tal vez, en la inversión abrupta de esos velos que se cristianizan como rasgaduras que se convierten en “ventanas acotadas” que bien pueden metaforizar la mirada del fotógrafo, pero ese mirar fotográfico resumido en estas “ventanas acotadas” no es una mirada transparente ni mucho menos neutro del mundo objetico, por el contrario, en ella también se encarnan unos modos de ver, configurándose como velos que se articulan bajo lo que Michel Maffesoli ha llamado como organicidad, es decir, un particular engranaje en la que se mantienen relacionados elementos contrarios e incluso opuestos. En este sentido, Miguel disuelve y (de)construye la inteligibilidad del mundo objetivo desde su mirar geométrico y desde una observación significante (expresiva), a partir de la cual, crea formas que remiten a formas, y no deja de ser curioso que incluso la forma que adquiere esa “ventana acotada” sea la forma de un ojo… Un ojo que pareciera sugerir el instante imperceptible de una acción que se transparenta bajo la nitidez difusa del querer, tal vez, conducirnos hacia el sentido, hacia el contexto… Pero a lo mejor, Miguel no quiere decir forzosamente “alguna cosa” concreta, pero sí quiere “decir algo” y, esto, convierte a su práctica fotográfica, en un arte que conmueve, inquieta y que emociona, puesto que como señala Roland Barthes “¿qué puede haber de más humano que un hombre que quiere decir, sin que podamos saber qué?”

miguel dijo...

... mmmhhh, ... profesor Cesky!; quiero creer que se conmueven a partes iguales mi propia vanidad que la delicia de asomarme a la construcción de una sofisticada articulación / interpretación del acto fotográfico; cuanto quisiera uno expresar algo que el intelecto no es capaz de discernir, ... y sin embargo resulta "inevitable" hacer (búsqueda sin búsqueda).
Notable comentario amigo!!

Anónimo dijo...

Siendo un plano con cierta simpleza y sin mayores pretensiones, pienso que a cualquier niño y en cualquier lugar del mundo le sacaría una sonrisa. Ese forado en la red tiene una carga de culpa, como cuando sin querer estropeamos algo y después nos damos cuenta que no se puede componer y lo único que queda es huir de la escena para que nadie descubra el autor de este gran descuido.

Por otra parte, no puede obviarse esa necesidad del hombre de querer separar las cosas, hurgar, hundir, empujar, apretar, empuñar, rasgar , descomponer, desmenuzar, revolver, etc. Esta fotografía tiene algo de primitivo, ingenuo y procaz a la vez.

La motivación estética o visual que hizo retratar este “escenario”, pues claramente no podemos decir que la intención fue hacer una toma del edificio , la red, el conjunto, etc, no puede sino por si misma ser muy sugerente..

Para mi esta fotografía tiene el valor de provocar la imaginación. Toda la composición está dispuesta para crear historias sobre ella.

Ellis

miguel dijo...

Mhhh, ... Ellis!; que precioso comentario a esta fotografía!: muchísimas gracias por esas letras de inteligente sensibilidad. Y bienvenida a esta acotada ventana!